SANT MARTÍ SESGUEIOLES
Sant Martí, obispo de Tours (316-400)
Antiguamente se escribía en catalán St. Martí des Sgleyoles, nombre diminutivo derivado de la antigua voz latina Ecclesia, según se lee en manuscritos parroquiales de los s. XIII y XIV.
Fueron las tropas del imperio carolingio que en sus innumerables victorias por el centro de Europa celebraban una misa solemne por cada una de ellas y alzaban una pequeña capilla en honor al Santo. De aquí que fuera conocido, a lo largo del tiempo, por Sant Martí de las “pequeñas iglesias”, (eclesiolis) para diferenciarlo de otros de mismo nombre. Es debido a estas circunstancias y a la contracción de sus sílabas donde hemos de buscar la etimología de Sant Martí Sesgueioles.
No se tiene una información muy precisa sobre los primeros pobladores de Sant Martí Sesgueioles, aunque sí se puede afirmar que alrededor del s. IX-X se asentaron en un entorno conocido como la “Franquesa Vella” que estaba emplazada, según parece, cerca de la piscina actual.
A finales del s. XII, el Rey Pedro II “El Católico”, da a ese asentamiento la condición de Villa Real, y es por ello que en el escudo de la población aparece la corona condal.
Se concreta el 30 de agosto de 1245 que el Rey Jaime I “El Conquistador” hijo de Pedro II, hace donación a los habitantes del lugar de una nueva “franquesa” denominada “el Puig” (en lengua catalana significa montículo), para que los moradores del lugar construyeran su nuevo emplazamiento.
Lo cierto es que en el s. XV la parte más elevada de “el Puig” ya casi se había abandonado desplazándose las familias hacía el pequeño valle que se encuentra a sus pies y que está dividido por un pequeño riachuelo o torrente que es una de las arterias que desembocan en los orígenes del río Anoia. Con el tiempo se va produciendo un suave crecimiento de la población debido al aumento de productividad de la agricultura - principalmente cereales - y el cultivo de la vid.
A finales del s. XVIII, florece con empuje la industria textil, las mantas de lana llegan a exportarse fuera de España. Esta actividad industrial favorece la expansión de la zona urbana casi a los límites que ocupa en la actualidad. A finales del s. XIX alcanza el punto más alto de población: 862 habitantes. A lo largo de casi todo el s. XX, sufre las consecuencias de las nuevas técnicas y concentraciones industriales, que condicionaron todo el interior de Catalunya, y perdió más de la mitad de la población.
¿Qué ofrece hoy Sant Martí a los visitantes? Todos los servicios para las necesidades básicas, clima sano, altitud 640 m. posibilidad de llegar a la cima de la Depresión Central Catalana (800 m.) en 3 minutos.
Excursiones alrededor de la zona para todos los gustos, en un entorno natural, a pie o en cualquier medio de tracción mecánica, también a caballo. En fin, un lugar ideal para todos aquellos que les guste gozar realmente de la vida.
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